Spencer West, de 31 años y originario de Toronto, logró coronar la cima más alta de África, el Kilimanjaro, de unos 6.000 metros de altura, utilizando sus brazos para avanzar en un 80% del camino y sirviéndose de su silla de ruedas en algunos tramos.
West perdió las dos piernas a los cinco años a causa de una malformación genética, una agenesia de sacro, que le paralizó los miembros inferiores. A consecuencia de ello, le amputaron las dos piernas, lo que le convirtió en un aficionado al senderismo bastante particular.